martes, 19 de febrero de 2013

La investigación académica debe ser libre

¿Es posible la libertad al momento de investigar? 

Ah Dios!!! es que sin libertad es imposible investigar. Sin libertad no seríamos nada, estaríamos aún en la era del hielo, la investigación, la curiosidad, está adherida al ser humano, la libertad es innata en nosotros, la necesitamos, es impensable e inimaginable que no exista al momento de investigar, es que sin pedirla está ahí dentro de cada uno, además, ¿a quién se le debe pedir la libertad? Si es mía y nací con ella, por derecho propio la tengo. Por ese deseo de saber cómo funciona, cómo se hace, de qué está hecho todo lo que nos rodea, se ha dado la vida a través de siglos y siglos de investigación.  No sé cómo se haría, pero es tan necesaria la libertad para todo que concebir la idea de la no libertad en mi mente me pone los pelos de punta. Qué tal todo vetado, todo a su justa o menos medida, escondido, manoseado, que si estamos amarrados, pues desamarrémonos, que si nos vendan los ojos, pues quitémonos la tira, que si nos prohíben la libertad de investigar nuestras inquietudes, las ganas de saber, de ir más allá de lo que los ojos ven y el cerebro procesa pues defendamos el derecho que nos dio la vida misma. Porque no hay derecho que por capricho de otros, por las ganas de controlar nos quiten la libertad de investigar, qué tal permitir que otros hagan lo que les dé la gana con la evolución y desarrollo.
Es que al investigar no se piensa si tengo o no libertad, sólo se hace, eso fluye dentro de cada uno, es imperceptible, sea en el campo que sea, ¿a quién le puedo pedir permiso o quién tiene la autoridad para decir qué se investiga o qué no, para saber de que está compuesto cierto sabor, cierto olor, cierto fenómeno, hacer un experimento? Es que se investiga cueste lo que cueste, pase lo que pase y resulte lo que resulte. Esa es la libertad que ha tenido el hombre y es por esa libertad -que no la tenemos qué pedir ni cuestionar- que el mundo ha avanzado, que gozamos de grandes inventos, de extraordinarios músicos, pensadores, científicos, escritores.

¿Ante las encrucijadas intelectuales o la fuerte presión psicológica por el ejercicio de la investigación, una última opción puede ser el suicidio? 
 
Departamento de Justicia norteamericano siempre, a través de toda la historia y desde que existen en la faz de la Tierra han obrado de esta forma, presionando, acorralando, torturando y matando a diestra y siniestra y dándose ellos mismos permiso y bendición a sus actos.
Pero la última opción de suicidarse, -y no sé que hilos mueve una organización o hasta qué extremo y hasta qué punto puede un ser humano aguantar la presión que vea en el suicidio su último y único escape-, no es, ni debería ser el suicidio fin del problema. A pesar de la soledad en que pueda estar un individuo siempre habrá una salida, una sería pensar que no estamos solos, que aunque sean poderosos hay otra gente que ayuda, que sabe, hay medios a los que se puede denunciar, que pueden publicar el asunto, revolcar la cuestión.
Acabo de leer algo y creo que se resume la pregunta: “Lo primero que hay que comprender es que todos merecemos un mundo mejor, que está en nuestras manos cambiar toda realidad. Y como es evidente que solos no podemos hacerlo, las preguntas son por la solidaridad, por la acción compartida, por las cosas que nos unen a los demás”. (WILLIAM OSPINA)


¿Qué análisis ético puede hacer sobre la situación del el joven hacker y activista Aaron Swartz con respecto a su papel de investigador?

Al menos ya sé a quien estoy escribiendo, conocía poco su historia y su lucha como investigador, he quedado maravillada al saber de él, los medios han dado poca información.  Entre tanto, con su trabajo le tocó lidiar con las peculiaridades de algunas personas que lo vieron más como enemigo y amenaza que como una persona que aportaba el bien.  Ante estas situaciones lo pasó mal. Sé que la dificultad no está en él, sino en la otra parte, pero él también tuvo sus experiencias y que éstas, aunque trabajadas y suponiendo que estaban tranquilas y superadas, todavía le juegan malas pasadas, como cuando se tuvo que enfrentar a algunos acontecimientos que no esperó, esos pensamientos que supongo están controlados y colocados en su lugar.  Me refiero a amenazas del tipo "prepotente", "no valer", "superior"...esas lindeces que durante un tiempo le propinaron tanto a nivel personal como a nivel profesional y fue en un segundo donde cambió su historia. Y ahí lo teníamos lidiando con lo poco lidiable y no teniendo la serenidad suficiente para poner en su lugar este tipo de acontecimientos. Un trabajo duro porque le tocó de lleno, es como si al oírlas, un piloto automático se encendiera en su cabeza poniéndolo en alerta, pero hasta que consiguió descifrar que eso le cuesta sudores y, a veces, lágrimas y la muerte.  Seguro se preguntó porque era una amenaza para algunas personas, cuando ese pensamiento hacia el prójimo estaba muy lejos de él. Sé que es un mecanismo de protección que utiliza la parte que, por su falta de estima, por su falta de experiencia... por cualquier otro motivo, se sintió  amenazado y en peligro y, antes de que se cumpla su pensamiento, se dispone a quitarse la vida. Saber que esto es así me duele porque, como lo dije y como saben, este modo de pensar y proceder estaba muy lejos de lo que él era



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